¿Qué pasa después de la Ley de Segunda Oportunidad?

La ley de segunda oportunidad establece las condiciones para que un deudor pueda acogerse a un proceso que le permita la exoneración de las deudas que no pueda pagar, siempre que haya actuado de buena fe y haya liquidado su patrimonio disponible.

Pero, ¿ qué le sucede al deudor una vez aplicada la ley de segunda oportunidad?

Lo más importante es que el deudor podrá liberarse de la mayor parte de sus deudas y obtener una nueva oportunidad para empezar desde cero. Sin embargo, no todas las deudas son exonerables.
Por ejemplo, las deudas con la Seguridad Social, con Hacienda o con los alimentos de los hijos no se pueden cancelar.
Tampoco se pueden cancelar los préstamos avales créditos que hayan sido garantizados por terceras personas, salvo que estas también se acojan a la ley.

Además, la persona que se acoja a esta ley tendrá que cumplir con un plan de pagos durante cinco años para abonar las deudas que no se hayan exonerado. Este plan se fijará en función de sus ingresos y gastos, y tendrá que destinar el 50% del salario mínimo interprofesional a pagar sus acreedores. Si el deudor incumple el plan, podrá perder el beneficio de la exoneración y volver a deber todo lo que debía antes.

En caso de que la vivienda habitual del deudor sea incluida en el proceso de liquidación para pagar las deudas, existe el riesgo de perderla. Sin embargo, la ley contempla ciertas excepciones destinadas a proteger la vivienda del deudor en situaciones específicas. Estas excepciones se aplican cuando el valor de la vivienda es inferior a 300.000 euros o cuando está sujeta a una hipoteca y el saldo pendiente de la hipoteca supera el valor actual del inmueble. En tales casos, se busca salvaguardar la vivienda del deudor y evitar que sea utilizada para saldar las deudas.

También es responsabilidad del deudor informar al organismo público encargado de administrar la Ley de Segunda Oportunidad si recibe algún ingreso inesperado durante los cinco años posteriores a la liberación de deudas. Esto puede incluir herencias, premios o indemnizaciones. En ese caso, se requerirá que destine una parte de esos ingresos para pagar a sus acreedores. Si el deudor no cumple con esta obligación, corre el riesgo de perder los beneficios obtenidos mediante la liberación de deudas.

Otro consecuencia es que los datos de la persona que se acoja esta ley, se eliminaran de los ficheros de morosos asi como de la CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España), un servicio público que gestiona la información presentada por diversas entidades.

¿Es posible obtener préstamos después de la Ley de Segunda Oportunidad?

Las entidades financieras supervisan los registros de morosos para denegar la financiación a aquellos que aparezcan en ellos. Sin embargo, una persona que se ha acogido a la Ley de Segunda Oportunidad y ha sido liberada de sus deudas debe ser eliminada de las diferentes listas de morosos en las que estaba incluida.

Por lo tanto, es factible que, después de aplicar la Ley de Segunda Oportunidad, los bancos o instituciones financieras te otorguen un préstamo.

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